Rebozo es la prenda fina,
de mis mujeres ropaje,
que en los telares afina
la historia del mestizaje.
En su plata la tersura ,
tejió con hilos de luna,
porque arropó en su blancura
de una raza su fortuna.
Guarda tristezas añejas
y lagrimas cual escarcha,
penas, arrullos y quejas,
y sonrojos de muchacha.
Es cual espuma de río
y nieve de mis montañas,
prenda que usa el mujerío,
con cualidades extrañas.
Es pulcritud, candidéz;
olor de jacal y tierra,
asomo de timidèz,
misterio que su alma encierra.
Alegre en una charreada
y morral en la batalla,
calor en la madrugada
cuando el arao tira raya.
Rebozo eres pajarero
que en su reja tornasol,
hizo al gorrión prisionero
y a un rubio rayo de sol.
Entre un sueño de maizales
llevas rojo en las mejillas,
que robaste a los nopales
en sangre de cochinillas.
Arropando chilpayates
y colando el humo viejo,
haces jaula a los zanates
en tejido rapacejo.
Nacido en Santa María
sirve de cuna y mortaja
y duerme en la tierra mía
que lo cobija en su caja.