COPLAS Y ROMANZAS DE DON GUILLERMO BAEZ...... POEMA

COPLAS Y ROMANZAS DE DON GUILLERMO BAEZ Y ESPINOZA
GRAN TLATOANI DE LA GUACHICHILA

Siempre iremos caminando
Como el santo de la Mancha
Mano a mano, anca con anca.

Y con las cuentas vacías
Divisando tierra estéril
En polvosas lejanías

Tu cabalgando en el duende,
Yo en mi yegua la profunda
Por de los montes allende.

Sintiendo que el alma arropa
Fríos y parajes sin dueño,
Siempre en la mano una copa.

Siguiendo las hoscas huellas
Del sempiterno desierto;
Por testigos las estrellas.

Poniéndole al cielo nombre
A tu cabal albedrío,
Por la magia de ser hombre.

Sin precisar los abrigos
De quienes llevan temores
Por que no tienen amigos.

Entre aullidos de coyotes
Que esperan que el sol alumbre
Entre resecos mogotes.

Al paso de buena rienda,
Con espuelas cantarinas
Para que el de atrás aprenda.

Solo siguiendo una voz,
La del mejor caporal,
Que lleva por nombre Dios.

Sin maleta de viajero
Sentir que en el pecho llevas
Viento, tierra, el mundo entero.

Tu señero guachichil
Con flechas de pedernal
Recorrerás el péncil.

Otra jornada, otro rumbo
Y en la enanca con orgullo
Gozar del tiempo sin tumbo.

Mira atrás los aprendices
Que siguen tu campeadero
Y a tu lado son felices.

Galopeador de los vientos,
Jinete contra el destino,
Aspirarás nuevos vientos.

Llevando en la frente fijo
Que Cristo legó su sangre
Para llamarte, su hijo.

Hay que ensillar muy temprano
Cuando cuelgan las cabrillas
Y brilla el hielo en la mano.

Siempre saliste primero,
Arcionando con buen tranco,
Porque fuiste el más señero.

Deja cabalgar el alma
Que no conoció derrota
Gozando al fin de la calma.

Rodeado de tus compadres,
Persiguiendo el infinito
De la mano de tus padres.

Mañana, tal vez mañana,
Florecerán los jilotes
En cieneguilla temprana.

Atesorando vivencias
Y como el caballo fiel,
Reconocer las querencias.

Se la guía en nuestro destino
Tu que si sabes montar,
Enséñanos el camino.

allá lejos se columbra
Una nueva claridad,
Donde acaba la penumbra.

Apersoga la bestiada
Tu que entiendes como hacerlo,
Para que cuando cansada,

Te siga esta muchachada,
Que apretando va los cinchos,
En mulas, potros, yeguada.

Te alcance en el paradero
Que en un planeta lejano
Ofrece un abrevadero.

Y por Dios como testigo
Cuando toque cabalgar;
En cualquier lugar amigo,
Cabalgaremos contigo.