PRIMER POEMA

Oh Virgen mía

Es mes de mayo
mes de las flores y la alegría,
en que las niñas, van a ofrecerte
cual palomitas,
! Oh Virgen pía
mil lindas flores y margaritas,

En tus Iglesias huele a copales
y a incienso santo,
y en el ambiente
todo es amor
y todo paz, que se nos entra
muy dulcemente

SÍ ante tu imagen, emocionado
me postró yo,
¡ Oh dulce Madre todo bondad
te pido luego, con toda el alma,
que no me dejes
nunca, jamás!


Mayo de 1951

DIOS

Dios es Aquél que va unciendo las yuntas
y barbechando senderos
para ir sembrando los hombres
y cosechando las flores;
si lo quieres hallar vete temprano,
lejos del suelo y los humanos lares.

Lleva un manto de prístina neblina
tejido con las lágrimas del campo
y al húmedo cristal de la mañana
regala los sonidos de las aves;
su voz cabalga con el suave viento
y se duerme en la fronda de los bosques.

Dios no es duda, es verdad,
himno en la sangre.

Dios es padre que siempre va contigo
asido a la razón de ser tu amigo
y en la eterna constancia de entregarse
de tanto amarte te volvió su hijo.

Dios es tan grande que no tiene nombre
y soñando en que fueras te hizo un hombre;
Dios que vive por siempre entre tus venas
se corona de espina por tus penas.

Dios es Aquel que las nubes
va tejiendo con lana de corderos.
Dios es eso, la cumbre y el abismo,
Dios es todo y por eso, eres tu mismo.

A MI MADRE

Esther Noriega Garfias
" La Tica "

Oye muchacha, ¿ Por qué eres tan bella?
Con tus ojos negros, con tu pelo bruno;
con esa sonrisa que nunca, ninguno,
alcanzó a ser dueño por ser una estrella

Te amé en mí semilla, antes de ser niño;
cercana y distante fuiste tierra y luna.
En tí hallé consuelo, ternura y fortuna
perfume en tu aliento y en tu voz cariño

Me diste mil besos, a cuenta de miles;
mil tiernos arrullos, mil tiernas caricias.
Fueron mis anhelos, mis caras delicias,
sentir en el rostro tus dedos gentiles.

Me diste las flores de tu primavera
blancas y ligeras como mariposas;
amor encendido, de encendidas rosas,
cariños, desvelos y la vida entera,

Tanto, tanto diste que en mi desazón
hoy comprendo tarde porque te ausentaste;
si todo lo diste, si nada dejaste,
pues nos regalaste hasta el corazón

Siempre vas conmigo, si canto o si lloro;
presa del recuerdo, soñando en mirarte.
Te fuiste tan pronto, con la luz que parte
dejando en el alma soledad y azoro

En mi pecho de hombre con el alma herida
se abatió la noche con profundo abismo
asistí a tu muerte, muriendo yo mismo
y un trozo del alma se fué en tu partida.

Las gotas del tiempo llamado destino
por dulces o amargas como el vino añejo,
moldearon la vida y en ese camino,
tu te has vuelto joven, yo me he vuelto viejo

Y aquella que fuera en mi casa señora,
madre de racimos cual parra en la viña;
quien me dió su vida, su tarde y su aurora,
hoy vive en el pecho templo que la adora;
¡No cantes jilguero que duerme mi niña.!

Cuando bebo acíbar que me dá el desvelo
increpo al misterio tu temprano adiós;
triste y dolorido comprendo que Dios'
falto de cariño te llevó a su cielo.

TE QUIERO TANTO ASI....

Te quiero tanto así que si pudiera
evitarte el dolor y el desengaño,
mil veces a la vida le pidiera
me hiera a mí, por no causarte daño.

Te quiero tanto así que si pudiera
evitar que en tus ojos haya pena,
llorara cada instante si supiera
que con ello te evito esa condena.

Te quiero tanto así que si pudiera
mirar por siempre tus tranquilos ojos,
cada instante a la vida bendijera
olvidando el dolor y los abrojos.

Te quiero tanto así que si pudiera
volver el tiempo hasta tus días de niño,
mil caricias y besos yo te diera
cuando fue silencioso mi cariño.

Te quiero tanto así que si pudiera
causarte llanto porque yo he vivido,
al cielo pediría no haber nacido
mi caro amor, porque tu no nacieras.

Porque sé que la luz que te encamina
habrá de guiarte por senderos suaves,
que si bien en las rosas hay espinas,
sobre ellas volarás como las aves.

No habrá distancia que de ti me aparte,
ni tiempo que quebrante mis empeños
si me llamas iré pronto a buscarte
y en cada noche velaré tus sueños.

A mis labios dormidos los vistiera
con frases amorosas y con besos,
cada noche en tus sueños descubriera
al ángel que invocabas en tus rezos.

No dudes nunca que te quiero tanto
que solo por tí lucho y por tí existo
y que en noches nubladas por el llanto
testigo de este amor, solo fue Cristo.

Aunque nadie te quiera, yo te quiero,
aunque todos te olviden, no te olvido,
si nacida de mi por tí yo muero,
habrás de hallar en mi cariño un nido.

Y te hago una promesa, que en la vida,
tan llena de traiciones y de ardides,
llevaré yo tu amor en mi partida
y moriré cuando de mi te olvides.

Te quiero tanto así, que si pudiera,
ser oído por Dios en mi quimera,
por mirar tu milagro le pidiera,
nacer mil veces, para que tú, nacieras.

POR SIEMPRE RECORDAR

A Doña Elena Noriega Garfias
Con el cariño de siempre

Si la ausencia es olvidar
no hay ausencia en mi camino;
recordar es mi destino
para poder caminar.

Y te construyo presente
pues tu ausencia no concibo
y recordándote vivo,
por más que te crean ausente.

Fuiste en verdad rara flor
en la cumbre y el abismo,
un milagro que en sí mismo,
enseñó lo que es amor.

Fina efigie de cristal
que vivió para dar vida,
olvidando toda herida
cuando te causaron mal.

Dejaste tu propia huella
y con alma de alabastro
fuiste vuelo, nunca rastro;
tu signo fué ser estrella,

Sueño pensar que otro nido
te premia por lo que diste,
pues la ausencia solo existe,
si lo permite el olvido.

UNA VEZ

Una vez a la semana
voy por ahí, voy por ahí;
recordando viejos rastros,
embriagado por los astros
con que de niño soñé.

Una vez a la semana
vivo sin tí, vivo sin tí;
habitando en soledad
la voz de la libertad
que solo, solo encontré

Una vez a la semana
yo soy feliz, yo soy feliz;
arropado en los maizales,
entre cantos de zorzales
con los que un día desperté.

Una vez a la semana
me encuentro a mí, me encuentro a mí;
en la entraña de la tierra
cuando el sol mis ojos cierra.
pensando enque soñaré.

CAMINANDO " canción "

Caminando, caminando,
entristeció mi camino,
el tiempo me fui gastando,
sin comprender mi destino.

Pero al volver la cabeza
ví que nacer es morir,
hijo en tí, mi vida empieza
y ahora te quiero decir:

Vale la vida por eso,
por la risa, por el llanto,
por la lágrima y el canto,
por el regaño y el beso.

Amo la vida por todo,
por lo que me dijo adiós,
por lo que vino sin lodo,
por lo que vino de Dios.

Amar es llevar muy fijos
flores de hoy, sueños añejos,
es contemplar a mis viejos,
en el rostro de mis hijos.

¡ Hijo te miro y me veo,
semilla de mi corazón !

ALGORTA

En el País Vasco

El milagro de verlos va en la mente
transido del dolor de la partida;
un trasunto de vida por la vida,
el verter el pasado en el presente.

Con alas de gaviota y de milano
fué el alma prisionera de un anhelo;
zurcar el viento por mirar el suelo
que hizo a tu abuelo y a mi abuelo hermano.

A esa añosa casona, el Puerto Viejo,
me ha traído el soñar de mis raíces,
con canción inventada en mis maíces,
traspolada la vid del vino añejo.

Prisionero por siempre irá en los ojos
un bosque de magníficas melenas
cabelleras que Dios, a manos llenas,
donó a esta tierra de celajes rojos.

Eguzqui y Tonatiuh, fuego divino,
en Euzkadi y Aztlán dieron la pauta
al ancestro y la sangre, antiguo nauta,
que hoy regresa a sus huellas el camino.

Feliz reencuentro con mi sangre y raza,
caro placer que me prestó la vida
de buscar en el mar, huella y partida
en espumas y nubes que hacen traza.

De un terrón que de azúcar en Algorta
pide al sol que en distante lejanía,
diga al rubio emigrante que es el día
en que ha vuelto su sangre fiel y absorta.

Ya nada sera igual, quedo cautivo
del Golfo de Bizkaia y de sus riscos,
de cencerros, de ovejas y de apriscos,
del tiempo en que viví, sin estar vivo.

UNA SONATA POR MANUEL MARÍA

Ya entró la golondrina a otro verano
por las calles tortuosas del Fresnillo
y al foso de sus minas muy temprano,
asoma el sol con su dorado brillo.

El canjilón en su quejar lejano
inquieta el sueño del dormido grillo
y en el atríl del peñascal cercano
desparrama su canto el pajarillo.

La plata adormecida en las campanas
apresura rebozos que se van,
susurrando asomados a ventanas

y a las huertas de místicas manzanas
que acaricia el aroma del buen pan,
horneado entre el azar de las hermanas

Van los recuerdos por el viento añejos
al conjuro de vela derretida;
al musgo asidos de los muros viejos,
huella que el tiempo abandonó en su huída.

El agua adormecida en los espejos
aún guarda tu presencia retenida,
y en plata prisionera en sus reflejos
quedó tu rostro, aunque se fué tu vida

Por ventanas bordadas en cantera
la luz penetra con curiosos ojos
tu casona, magnífica y austera

Secreto empedernido en la madera
tras duros aldabones y cerrojos
brinda el quicio a la noche que te espera.

El silencio que habita sus rincones
es guardián carcelero del sonido, y
atesora de antiguas oraciones
el perfume de incienso consumido.

Al humo ennegrecido de velones
persiste en su añoranza lo vivido,
el zaguán, en vigilia de canciones,
abriga en su ternura un roto nido..

La vida se marchó tan suavemente
que cuenta no se dió la dura piedra
y te conserva en su soñar presente.

Aún te busca, solícita y vehemente,
en tapias que abrazadas por la hiedra
no conciben jamás, que estés ausente.

Mas morir no es partir, porque la muerte,
consume la materia y no destruye,
sólo la carne posesión inerte
vuelve a la tierra, pero el alma huye.

Sólo el olvido por oscura suerte
tiene el don de matar, pero si fluye
la voz que el alma en el soñar despierte,
sobre la ausencia el recordar construye.

Aquellos que cual tú sobre la tierra
imprimieron su huella en las baldosas,
sembraron la semilla que se aferra,

cual ciprés taciturno que se entierra
y fractura y libera de sus losas,
la mariposa que el capullo encierra

y torno a reencontrarse en el paisaje
en que persistes para siempre preso,
confundidos tu sueño y el celaje
en un profundo y amoroso beso

La fronda que te presta su ropaje
acaricia tu oído con su rezo,
mientras luna hilandera borda encaje
al dulce sollozar del “intermezzo”.

Diamantes que prestaron las estrellas
camino hicieron a tu mente nauta,
alumbrada con fúlgidas estrellas.

Pajareras tus manos sin querellas
capturaron gorriones en la pauta
enamorados de sus rejas bellas.

Cual cumbre por la nieve coronada
se yergue tu romántica cabeza.
Urna de sueños que la brisa helada
tornó más blanca en su invernal crudeza..

Es espuma que viaja aprisionada
al borde de una ola con tristeza,
o niebla que se encuentra desmayada
sobre una cresta que en silencio reza

Vapor de fragua que a volar incita en
alas de paloma o de querube,
con la música suave en que dormita

y se eleva hasta el cielo donde habita
tu pensamiento convertido en nube,
arrobada al fulgor de una “estrellita”

Oigo el silbo del viento “entre las frondas”
que ensaya un coro en el pinar lejano
y agita en el maizal las cañas blondas
con invisible y cariñosa mano

y luego el manantial de dulces ondas
que brotan al marfil de un viejo piano,
y se van por las calles como rondas
con voces de cristal que intenta en vano

copiar el ave en su pulido canto.
Al hierro de un farol penden cual gota
que congelada del teclado el llanto.

Por un cielo que viste el amaranto
ya navega una prístina “gavota”
de tu alma florecida cual encanto

La tarde va intentando despedida
en el gris taciturno del ocaso;
la sombra, por los muros ascendida,
cerca tu casa en sigiloso abrazo.

Ya se duerme tu pueblo y evadida
tu música se abriga en su regazo;
y es la novia por noche sorprendida,
paseando por la calle de tu brazo.

Perfuma el callejón la melodía
cual flor nacida de tu pecho al huerto,
en que el genio sembró nota y poesía

A la luz del amor que en ti porfía
el Fresnillo musíta en su concierto
una sonata por Manuel María

FUEGO Y SOL

Me gusta el sol en el momento breve,
fuego que fuego en abrazar perece
en la luz que es tibieza que adormece
al nacer y morir en fuego leve

Orto que el disco en horizonte eleve
un incendio dorado en que se mece,
la magia de la luz cuando amanece;
cual fantasma incoloro que se mueve.

Sol que en llamas consume los confines
desde el nacer al tramontar montañas,
jugando sombra y luz por ser afines

En rayos de flotantes telarañas
llena el campo de voces y festines
orlando en oro las dormidas cañas.

LA GUITARRA DE MI MADRE " canción "


LA GUITARRA DE MI MADRE
( canción )

Ahora te canto guitarra
mi corazón de madera,
árbol que un día en la ladera
aprendió de la cigarra.

Cuando la pena me mata
por las traiciones aviesas
acompañas mis tristezas
con seis gargantas de plata.

Esa tarde cuando lejos,
donde anidan mis gorriones,
uniste tres corazones
cuando canté con mis viejos.

Porque te das a mí amor
nunca te muestras esquiva,
cuando mi mano cautiva
tus formas sin deshonor .

Mi guitarra hasta la muerte
irás a mi amor prendida,
acompáñame en vida
y compartiendo mi suerte
Se despiertan las guitarras
para cantarle a mi tierra
y entre un coro de cigarras
se asoma el sol en la sierra.

Las cabrillas van colgando
arando en el horizonte
y los gorriones cantando
en lo tupido del monte.

Con nube de plata y seda
lleva un rebozo la luna,
en los nopales se enreda,
la neblina con la tuna.

Las estrellas desensillan
a sus caballos luceros,
hacia los lienzos se orillan,
se van para otros potreros.

Un mosaico de zenzontles
desvela la flor temprana,
la luz entre los tezontles
viene sembrando mañana.

Las flores del polocote
regalan color y aroma
y el aullido de un coyote
saluda al sol en la loma.

Alborotados los gallos
lucen sus plumas de fuego,
mientras relinchan caballos
que lleva al surco el labriego.

Se pinta de grana el cielo
y el campo suelta su voz,
aves y nubes en vuelo,
se elevan buscando a Dios.

AL MILAGRO DE LOS NIETOS

Duerme sereno mi niño
Dios te guarda desde el cielo
y con su dulce cariño
pone en tus ojos un velo.

Con la noche por capúz,
y tus pijamas por galas,
otro niño, el buen Jesús
te está tejiendo unas alas.

Un ángel tu sueño cuida,
va sembrando flores bellas,
forjando para tu vida,
un caminito de estrellas.

Deja tus manos tranquilas
de juegos y de caricias,
sube al barco, ya te enfilas,
hacia otras playas de albricias.

Un rebaño de ovejitas
va pastoreando la luna,
al soñar, como arenitas,
las vas contando, una a una.

Viaja en cauda de luceros
que te envuelven en sus brillos,
bajo dormidos aleros
cantan para tí los grillos.

Lleva en tu mano una rosa
de color y aroma fino,
al hombre que en tí reposa
lo está esperando el camino.

Goza pajarito el nido
de tibiezas y consuelos,
mientras descansas dormido,
bien te cuidan tus abuelos

MI MEXICO "canción "

MI MEXICO
( canción )


Mi México en el nopal
grabó el corazón entero,
el águila nacional,
el águila que más quiero.

En sus templos de tezontle
donde anida tradición,
canta el pájaro zenzontle
del paisaje su canción.

Por eso yo a tí
te canto mi tierra;
porque vive en mi
tu llano y tu sierra

Muy temprano en mi maizal
entre arrullos de paloma,
me gusta ver mi jacal
asomándose en la loma

En sus tejas coloradas,
donde se adormece el sol,
sueñan mazorcas doradas
y perfuma el girasol.

Por eso yo a ti
Te canto mestiza,
porque vive en mi
Tu barro y tu ceniza.

Mexicano por fortuna
soy el rey de la baraja,
fuí criado con miel de tuna
y en un petate de paja.

México, tu nombre lleva
cantos, perfumes y flores
que hacen que del cielo llueva,
la esencia de mis amores

REBOZO

Rebozo es la prenda fina,
de mis mujeres ropaje,
que en los telares afina
la historia del mestizaje.

En su plata la tersura ,
tejió con hilos de luna,
porque arropó en su blancura
de una raza su fortuna.

Guarda tristezas añejas
y lagrimas cual escarcha,
penas, arrullos y quejas,
y sonrojos de muchacha.

Es cual espuma de río
y nieve de mis montañas,
prenda que usa el mujerío,
con cualidades extrañas.

Es pulcritud, candidéz;
olor de jacal y tierra,
asomo de timidèz,
misterio que su alma encierra.

Alegre en una charreada
y morral en la batalla,
calor en la madrugada
cuando el arao tira raya.

Rebozo eres pajarero
que en su reja tornasol,
hizo al gorrión prisionero
y a un rubio rayo de sol.

Entre un sueño de maizales
llevas rojo en las mejillas,
que robaste a los nopales
en sangre de cochinillas.

Arropando chilpayates
y colando el humo viejo,
haces jaula a los zanates
en tejido rapacejo.

Nacido en Santa María
sirve de cuna y mortaja
y duerme en la tierra mía
que lo cobija en su caja.

EL TEQUILA


Yo no sé, ¿ Por qué el tequila
me hace recordar tu amor ?
Si las copas pongo en fila,
vuelvo a sentir tu calor.

La guitarra me acompaña
y entre sus notas me pierdo,
pero siempre te das maña
pa clavarme tu recuerdo.

Entre el humo del cigarro
me persigue tu costumbre
y cuando casi te agarro
solo eres ceniza y lumbre.

Si me voy pa los potreros
ahí te vuelvo a encontrar,
donde cantan los jilgueros
y la milpa oigo llorar.

Yo quisiera, de a de veras,
arrancarte de un tirón
y pedirte que te fueras.
con todo y mi corazón.

Voy a echarte unas parejas
y te tengo que ganar
o de plano ya me dejas
o en tequila me he de ahogar.

Con las copas hechas fila
vuelvo a sentir tu calor,
ya verás que con tequila
voy a apagar este amor;
ya verás que con tequila
voy a curar mi dolor.

MAÑANA CUANDO ME VAYA " canción "

( canción )

Mañana cuando me vaya
porque no siendo viejo soy de ayer,
¿ Que me llevaré en el alma ?

Cuantas alegrías vividas,
cuantas calladas heridas
que hacen el diario vivir.

Una mañanita rubia,
el frescor de alguna lluvia,
cuanto yo pude sentir.

Mis hijos caros empeños
que en mis noches fueron sueños
y mi razón de existir.

Mañana cuando me vaya...

La pasión no razonada
que fué por mi amor amada
y no me supo entender.

mis goces y mis desdichas
cuantas ternuras no dichas
por timidéz o abandono,

Un ramillete de flores
que placeres y dolores
formaron sin yo querer.

Mañana cuando me vaya...

Cuanta risa, cuanto llanto,
mucho duelo, algo de canto
la alegría y el padecer.

El infierno y el edén,
el haber obrado bien,
la verdad como camino.
La paz que llevo conmigo,
porque de todos fuí amigo
sin combatir su verdad.

Mañana cuando me vaya...
Un mañana que no aterra
que aunque mi cuna es de tierra
el cielo invita a subir.
Me iré sin resentimiento,
adormecido en el viento
que convida a caminar.

Dejaré que otro adivine
si alguna vez, si un día vine,
o fui un sueño nada más.

A DON GERMÁN STAHL GUERRA

Hay ausencias que duelen caro amigo
ante el viaje final de la existencia
y se empeña el recuerdo en la presencia
de quien en versos encontró el abrigo

Tesorero de letras vaporosas
fué su sueño un arcón de sentimiento,
de frases acunadas por el viento
por poetas, por aves y por rosas.

Al otoño fugáz, luces difusas,
prestaron alas al postrero vuelo
de su viaje gentil allá en el cielo,
ya saldrán a encontrarlo nueve musas.

Don Germán, compañero de ansiedades
por sentir, por viajar en frases bellas,
habite para siempre en las estrellas,
ausente el corazón de soledades.

LA SEMILLA

En la mano vé llevando
lo mejor de tu semilla
y al caminar vé sembrando
sin importarte la orilla.

Siembra lo propio y lo ajeno
que es de nadie y de los dos
que el viento, el fuego y el trueno,
solo pertenece a Dios.

Piensa en tu madre al amar
y en tu padre vé el honor,
que tus hijos sea un cantar
donde olvides el dolor.

Encuentra la dicha en dar
y nunca en el recibir,
que es hermoso caminar
sin deudas en el vivir.

No envidies quien tenga más
sino al que vive mejor,
pues en la vida jamás,
el dinero compra amor.

SEÑORA

Divino privilegio te hizo madre
dando cinco milagros a tu vida
y cual tierra fecunda trascendida,
siembra hiciste en tu vientre sin alarde

Nada iguala el prodigio bendecido
encerrado en la magia de tu nombre;
ser el mismo crisol que por ser hombre,
Jesucristo eligió al haber nacido.

Enfrentaste y venciste duros retos
aprendiendo a ser madre con tus hijos,
que hoy te ofrecen cariños y acertijos
en la hermosa cosecha de los nietos.

Si a veces al andar la senda pierdo
torno en tus ojos a encontrar la luz
y en tus brazos abiertos cual la cruz
me arropas en el humo del recuerdo.

PARA ENTONCES

Habrás de acostumbrarte a mi partida
cuando tramonte el sol mi ultima tarde;
el alma liberada, sin alarde,
no sabrá del placer, ni de la herida.

Brindará mi jardín su postrer rosa,
blanca cual nieve en rosicler celaje
y la luz incendiada en el paisaje,
fingirá en el confín ser mariposa

El ave que hizo rama en mi garganta
a Dios dedicará su mejor trino,
liberada del polvo del camino
será otra voz que agradecida canta

El alma de su cárcel evadida
volará suspendida en suave viento;
sin lágrimas dará su último aliento
respirando al nacer, a nueva vida.

TONANTZIN " canción "


Piel de cobre y de canela
de Tonantzin mexicana,
que en una fresca mañana
sembró de rosas la tela.

En el ayate del hombre
hecho de su sangre y beso,
dejó para siempre preso
el milagro de su nombre.

Guadalupe, la del cerro,
no quizo ser madre de otros,
mexicana por nosotros,
sin templo, cuna ni encierro.

Manos de tierra morena
que bendicen chilpayates,
arropados en ayates,
soñando en la madre buena.

Eres eclipse de luna
Señora de las estrellas;
la de las pupilas bellas
india y madre cual ninguna.

Deja llegarte mi canto
con pájaros trovadores,
Zenzontles, madrugadores,
con voz de viento y de llanto.

Mi prietita consentida
Virgen de barro y ceniza,
quiero entregarte sin prisa,
entre tus manos mi vida.

Tu que le brindas consuelo
al que llora en tu regazo,
permite que en un abrazo
viaje contigo hasta el cielo.

RECUERDO PARA UN POETA

A Don Alfonso Fernández Del Busto.

Nunca la ausencia la entiendo
como pretexto de olvido
y al presente lo convido
a compartir el viviendo.

Alejarse no es morir
cuando distancia no existe,
la memoria se resiste
y se obstina en el vivir.

En tal recordar conservo
a quien puse muchos nombres,
al hermano de los hombres,
al sentimiento hecho verbo.

Hombre de dos corazones
partidos en el querer;
de sus hijos, su mujer,
sus versos y sus canciones.

lo contemplo perdido
entre las cosas del campo;
con la lluvia, con el lampo
y entre su huerto florido.

Meciéndose en los ocasos,
arrobado en los celajes,
aprisionando paisajes
con los ojos y los brazos.

Enamorando a las flores
con sus pinceles de viento,
resumando sentimiento
con palabras de colores.

Absorbiendo en las pupilas
días cristalinos y suaves,
trinos de canoras aves
y las montañas tranquilas.

Voces de majada triste,
surcos de heridas feraces;
esos profundos enlaces
del que sencillo se viste.

Del que sólo tuvo voz
para llamar a las cosas,
a los abrojos y rosas,
a la obra inmensa de Dios

Al que encontrara en el agua,
en el rito de la lluvia,
en la mies tostada y rubia
su corazón hecho fragua.

Al que habló con el cultivo
y al caminar fue sembrando,
siempre en la mano llevando
una corona de olivo.

Al que perfumó el camino
con palabras de hermosura,
al que trocó la amargura
por una copa de vino.

Estos recuerdos los digo
al que se fué y no se ha ido,
al que solo esta dormido,
al que és y será mi amigo.

EN BROMAS VERAS...

Entre unas nubes difusas
brillan las barbas de plata,
del que no siendo pirata,
se robó a las nueve musas.

Y la décima es mentira
que Sor Juana sea llamada,
Sor Lenis, su bien amada,
desde su pecho lo inspira.

MELANCOLÍA " canción"

Hablar de soledad tristeza y viento,
O llorar por vivir de sentimiento,
Y triste de morir lo ya vivido,
Hoy me obliga a decir del tiempo ido.

Me siento, solo, solo, solo, solo,
En esta soledad solo conmigo,
Me encuentro triste, triste, triste, triste.
Que en mi triste tristeza hay un amigo.

Estoy tan lejos, lejos, lejos, lejos,
En esta lejanía lejos de todo,
De noche muero, muero, muero, muero,
Pues lágrimas y tierra se hacen lodo.

A veces vivo, vivo, vivo, vivo,
Que viviendo al vivir vivo cautivo,
Pues cuando lloro, lloro, lloro, lloro,
Llorando por llorar a veces vivo.

A veces siento, siento, siento, siento,
En mi oscuro sentir del sentimiento,
Si vuelo pienso, pienso, pienso, pienso,
Que pensar es volar sin pensamiento.

Porque tan solo triste y tan lejano,
Soñando en la tristeza de mi sueño;
Lloro al vivir por convertirme en dueño,
De la muerte que es la vida en el arcano.

A DON JOSE DIAZ INFANTE Y JASSO

TRES SONETOS EN SAN ISIDRO


Se forman al conjuro en negro manto
multiformes fantasmas en el cielo;
arrastran su silente terciopelo
doliente procesión sin voz, ni llanto.

Duerme en la fronda del jilguero el canto
dominando en sus alas miedo al vuelo',
viene y va, rama a rama con su anhelo
escuchando el silencio de amaranto.

Quejumbrosa escabulle la perdíz,
su tímida silueta en los matojos
ocultando entre gris, su manto gris.

El viento como pálido desliz
va danzando entre breñas y despojos
cual fauno melancólico y feliz.

El Boreas que cabalga a su albedrío
borbotones de nubes cruel azota,
despertando al silencio de su hastío
rueda sonidos de montaña rota.

Se eleva el farallón en desafio
al trueno cegador que lejos flota
y a maleza agitada en desvarío,
calma la sed la cristalina gota.

Explosiones gigantes en la altura
horadan el cristal del infinito
con cendales brutales de negrura.

Al ultimo celaje el sol apura
la voz del vendabal que lleva un grito
a la cumbre sedienta, sola y dura.

En la llanura soledad salobre
son mendrugos por sed las secas ramas,
donde trepa un viril gallo de cobre
que apresa al sol en su plumaje en llamas.

En tanto el tronco del peñasco sobre,
cuenta al erial aterradores dramas;
de hojarasca que vaga sola y pobre;
piel de la tierra que tornóse escamas.

El sol occiduo en el espacio cuela
rubias saetas en que el polvo danza
por dolida y reseca lontananza.

La brisa al monte en su cantar desvela
y en brusco giro al peñascal alcanza
herida por la luz. que un trueno lanza.

" EL ENCIERRO " " canción "

EL ENCIERRO
( canción )

letra F.Artolózaga Noriega
música Pablo Aldrett

Los toros van retozando
por el filo de la sierra,
sus pezuñas van trozando
las duras piedras de las veredas.

Y bajan por los linderos
que forman la magueyada,
soberbios van presumiendo
su noble orgullo, de casta brava.

El grito de los vaqueros:
¡ Aja toro ! va volando,
se miran sudar los cueros
los caballos van bailando.

Relampaguean las espuelas
destellos de plata y fierro,
son vísperas de la Feria;
hay que escoger el encierro.

Un gorrión enamorado
canta triste por las lomas
y un gavilán colorado
va espantando a las palomas.

Los toros vienen venteando
las vacas por los breñales,
furiosos viene bramando,
despedazando los matorrales.

Y con sus cuernos puntales
como dos puñales negros,
juegan reyertas gitanas
con los mezquites de los potreros.

Por la tarde los coyotes
aullan entre la bruma.
se esconden tras los mogotes
mientras que sale la luna.

El sol se lleva las quejas
y cae la noche serena,
rezan rosarios las viejas
por las ánimas en pena.

En las piedras del corral
se termina la jornada,
desensilla el caporal
y se aquieta la manada.

Los camperos hacen fuego
con la leña de un encino,
los toros están serenos,
aguardando su destino.

La luna su plata moja
en el espejo del río
y un vaquero espanta el frío
con un cigarrillo de hoja.

CUANDO SOLO

Cuando solo te quede
el recuerdo de un beso,
amargor de un regaño
o en el muro un retrato

Si por solo en un rato
entre sombras ya preso,
sin memoria del año
mi presencia te obsede;

sin agobio de historia,
viendo atrás al camino,
poblará tu memoria
cual trasiego en recuerdo.

Andaré yo a tu lado,
aunque ya no me vieras
y seré en tu costado
corazón, donde fueras ;

no estarás solitario
de cariño ni amigo;
te prometo que a diario
viviré yo contigo

PARA CUANDO SOLO

Nunca, nunca llores,
nunca, nunca digas
que te sientes triste

Nunca, nunca sufras,
nunca, nunca sientas
en tu pecho frío

Porque cuando llores,
porque cuando sientas,
porque cuando sufras,
es que habrás vivido

Nunca, nunca ausente,
nunca, nunca aliente
en tu alma el miedo

Nunca, nunca temas
que la noche llegue
con su manto negro

Porque cuando temas
porque estés muy solo
siempre habrá un amigo,
Dios irá contigo.

A JOSÉ MARÍA ARTOLÓZAGA ARANA


Abuelo ojos de mar, ojos de cielo,
dueños de lo profundo y de la altura,
cual zafiros, prisiones que en su celo,
guardan la luz desde la noche oscura

Al mirarlos me encuentro en tu mirada
donde siempre y por siempre preso vivo,
yo sé que adivinaste mi llegada
al hacerme por sangre, tu cautivo

¡ Que misterio insondable el de tus ojos!
¡ Que serena quietud en tus pupilas ¡
ausente del abismo y sus abrojos
en limpios astros al mirar cintilas

En tu casa, con sueño de paloma
viven presos los años sin ausencia
de mirada infantil que al mar se asoma,
de un azul que robara su presencia.

Luego las alas sobre el agua abiertas
en búsqueda febril de nueva vida,
ave gentil que abandonó sus puertas
dejando madre y tierra en su partida

La mar ennegrecida por el llanto,
diamantes que a la tierra humedecieron
sembraron en tu pecho un nuevo canto
y tierra, sol y mar, te despidieron

¿ Que emociones brutales te acosaron
mirando en lontananza el caserio?
¿ De tormenta tus ojos se Inundaron?
¿ Hubo galerna en tu partir sombrío ?

Trajiste la nobleza del buen vino
decantado en la sangre del ancestro;
una estela en las olas el camino
y en los labios la fé del Padrenuestro

Hoy sueño adivinarte en el desierto
en silencio de cardos y de espinas
angustia de soñar el Viejo Puerto,
tus silentes montañas, tus encinas.

En ni pecho la sangre de los vascos
nostalgia de no verte el alma aferra,
por buscar entre bosques y peñascos
azul de tu mirada en esta tierra.

PARA CUANDO YA NO ESTÉ " canción "

Letra F. Artolózaga Noriega
Musica Pablo Aldrett


Porque viví, bien lo sé
que en su amor me quedaré
por lo que yo me llevé,
¿Saben que les pediré ?

Para cuando ya no esté
quiero saberlos hermanos,
sentir en sus propias manos
la tierra que tanto amé.

Para cuando ya no esté,
quiero mirar con sus ojos
fuego y calor, cielos rojos,
del sol cuando desperté.

Para cuando ya no esté
perdidos en la mies rubia,
tomando un trago de lluvia
con sus labios beberé.

Para cuando ya no esté,
entre maizales y espinas
limpias flores campesinas
a su lado aspiraré.

Para cuando ya no esté
me prestarán los oídos,
relámpagos, truenos, ruidos,
serán viento en que viajé.

Para cuando ya no esté
un rincón en su memoria
tan solo anhela mi historia
y eso sé, que lo tendré.

EL CAPORAL " canción "

Letra F. Artolozaga Noriega
Musica Pablo Aldrett

¡Arrópale caporal
y arrequinta el barboquejo!
Que si se afloja el pretal
dejarás en el corral
tiras de cuero y pellejo,
zurrón de zincoate viejo.

Ya viene la novillona
desgranando el pedregal,
detrás la vaca melona
por los magueyes se asoma,
trai tallones en el cuero
de algún novillo matrero,
que de amor le quiso hablar.

Se miran por el camino
chivas de cara malora,
el chivo padre, cetrino,
viene haciendo desatino
sonrojando a las señoras,
porque tovía no son horas.

Las mulas por el color
te enseñan maña y manera,
deslomadas como son
habrás de usar la grupera;
nunca agarres del montón
que es mejor prieta que güera.

HIJOS, SI MALA....

Si mala fortuna
por la senda ruda
pasando te hiriera;
no te quepa duda
mi vida te diera.


Porque tu eres todo
mi sol y mi luna,
la flor y la duna
y en tu pecho un broche
mi mano pusiera,
para que tu vida
jamás tenga llanto
te diría de huida
que te quiero tanto.


Si Dios lo permite
te daré un presente;
la flor palpitante
que en mi pecho aliente
Al último instante
cuantas veces fuera.


por solo mirarte
yo por tí, muriera

ATARDECER EN "ZUGARRAMURDI"

Poema

Ven, reposa, la tarde va de huida
en el ciclo constante de los astros;
agoniza ya el sol su diaria herida
en rayos rubios que semejan rastros.


Bala la oveja en el seguro aprisco
la dulce mansedumbre de ser buena,
bajo el tierno cayado de Francisco
el miedo al lobo con su voz serena


Las aves se recogen presurosas
al hogar que les brinda fuerte rama;
pluma por pluma en su batir nerviosas
llevan gotas de luz de última llama


Horadan con sus alas las palomas
el silencio del aire que se duerme;
en carnosos nopales fingen pomas
sueños de tunas de vivir inerme


Sacude el gallo su imperial plumaje,
manto de fuego y de fulgentes gemas,
exigiendo a sus hembras vasallaje
sembrador de la vida entre sus yemas


Desafiante del éter flota un cuervo
sostenido al cristal que presta el viento
y busca en el ramaje astas de ciervo
que a su diario bregar le den asiento


La sombra va pintando en los terrones
el oro y sepia de la luz dislates;
las secas oquedades son arcones
de esmeraldas, topacios y granates


Perece al fin en el confín lejano
el sol que moja en su sangrar de vino;
las luces prodigiosas del arcano
que intentan en lo negro hallar camino


Ya exultante y gentil la luna asoma
y abandona indolente su camastro,
ganando palmo a palmo cumbre y loma
con su rostro de plata y alabastro


Errático ratón de terciopelo
en pos de insectos la negrura cruza,
ignorante fantasma que en su vuelo
perturba el meditar de la lechuza


Sacuden su melena los elotes
en la milpa por brisas halagada
y el hambre trashumante de coyotes
resuelve su querella en carcajada


En el surco reseco hay esperanza
que conserva el secreto de la arcilla;
El vientre de la tierra se hace panza;
para el parto brutal de la semilla.


Danzante remolino corre el llano
trozando en el maizal las verdes cañas,
atalaya cimbreante en que el gusano
es banquete en la red de las arañas


En el cielo se libra la batalla
cuando incendia el ocaso en su querella,
rojo y naranja por doquier estalla
y hacen a Venus renacer mas bella


El negro escarabajo marca huellas
buscando en el estiércol sus mendrugos,
mirando el cintilar de las estrellas
carga sus cuernos cual pesados yugos


La negrura en la tierra presta foro
que ilumina la luna en suaves brillos;
en las charcas las ranas hacen coro
a la orquesta de cuerda de los grillos


¡ Deja el alma volar, no lleves prisa,
goza el misterio que la vida encierra
mañana volverás con la ceniza.
a fundirte en el vientre de la tierra !

UN BRINDIS POR LA VIDA

UN BRINDIS POR LA VIDA


Un brindis por la vida veleidosa
que a ratos me atormenta y me atosiga
aunque a veces injusta me castiga
otras veces me premia cariñosa

Un brindis por la vida omnipresente
que es trasunto en el polvo de mis huellas;
recuerdos de un ayer, del hoy presente
y el mañana que siembran las estrellas.

Un brindis por la vida y el dolor,
clavo de fuego que la herida tensa
y deja cicatriz por recompensa
del placer, del soñar y del amor.

Un brindis por la vida cuando oscura
promete un nuevo sol cada mañana;
las mieses rubias al besar madura
y regala al soñar paz de campana.

Un brindis por la vida que de fijo
supo que fuí semilla y soy follaje,
a mi tronco maduro dió ropaje
en la flor, en el fruto de cada hijo.

Un brindis por la vida porque sabe
mas de mi, sin la luz del pensamiento;
porque es llaga y reír cada momento;
porque es todo y es nada cuando acabe.

Un brindis por la vida que es dislate,
efluvio, primavera y cruel invierno,
porque es de Dios el privilegio eterno;
un brindis por la vida, aunque me mate.

Un brindis por la vida que me arropa
con los mantos del viento y de la lluvia
y con sangre del sol y viña rubia
se habita en los cristales de mi copa.

Un brindis por la vida que me aferra
a su entraña con júbilo y tristeza,
por la vida que fué, por la que empieza,
que son orto y ocaso de la tierra.

A DON OSCAR TORRES CORZO POEMA

A DON OSCAR TORRES CORZO
Y A SU CERRITO TAURINO


Con sueños de verde y sol
se adormece la pradera
y en incendio de arrebol
hay grana en la nopalera.

Melenas de aroma y oro
presume la huizachera,
regalando su tesoro
al llegar la primavera.


Silenciosa mezquitada
es sobriedad y decoro;
brinda sombra a la vacada
y un sesteadero pal toro.


Silencio que rompe apenas
el bramar de los novillos
que rascan en las arenas
aterrando sus morrillos.


Tierra que huele a valor;
a casta de raza pura,
donde el toro retador
hace gala de bravura.


Cuando el cielo llora penas
que luego la tarde escampa,
mugen las vacas serenas
paseando su fina estampa.


Señor en su campeadero
bebe el viento un semental,
divisando el tentadero
se acuerda cuando fué eral.


Se avistan las caponeras,
voz de metal en cencerros
y bailan las tolvaneras
asustando a los becerros.


Lucen negros capirotes
en procesión silenciosa,
con lamentos de coyotes
vacas de noche sedosa


Zainas, hoscas, salineras;
berrendas y aparejadas,
nieve en manos, calceteras,
castañas y ensabanadas.


Corniveletas, mogonas,
playeras muy descaradas;
las hay bizcas picaronas
y cárdenas afacadas.


Campo bravo en los potreros
de abolengo sin abrojos,
donde pastan los utreros
y juguetean los añojos


Hay nobleza en el criadero
de un puntal que luce el torso;
casta en toro y ganadero
tiene el Cerrito de Corzo.


Pundonor de sangre y nombre
modelaron nueva vida,
al fundirse mujer y hombre
en Torres y Labastida.


Tierra que es crisol de amores
donde a morir no se teme
trasunto de dos señores;
Dos Dones, Teófilo y Meme.


Los laureles de la gloria
tarde llegará en que toques;
los ruedos serán memoria
que enfundaron los estoques.


A tu afán sin menoscabos
Dios verá que sea el resulto,
se corten orejas, rabos
y el cielo te dé el indulto.


Las palmas serán alarde
de tu triunfo buen amigo,
Dios permita que esa tarde
pueda vivirla, contigo.

COPLAS Y ROMANZAS DE DON GUILLERMO BAEZ...... POEMA

COPLAS Y ROMANZAS DE DON GUILLERMO BAEZ Y ESPINOZA
GRAN TLATOANI DE LA GUACHICHILA

Siempre iremos caminando
Como el santo de la Mancha
Mano a mano, anca con anca.

Y con las cuentas vacías
Divisando tierra estéril
En polvosas lejanías

Tu cabalgando en el duende,
Yo en mi yegua la profunda
Por de los montes allende.

Sintiendo que el alma arropa
Fríos y parajes sin dueño,
Siempre en la mano una copa.

Siguiendo las hoscas huellas
Del sempiterno desierto;
Por testigos las estrellas.

Poniéndole al cielo nombre
A tu cabal albedrío,
Por la magia de ser hombre.

Sin precisar los abrigos
De quienes llevan temores
Por que no tienen amigos.

Entre aullidos de coyotes
Que esperan que el sol alumbre
Entre resecos mogotes.

Al paso de buena rienda,
Con espuelas cantarinas
Para que el de atrás aprenda.

Solo siguiendo una voz,
La del mejor caporal,
Que lleva por nombre Dios.

Sin maleta de viajero
Sentir que en el pecho llevas
Viento, tierra, el mundo entero.

Tu señero guachichil
Con flechas de pedernal
Recorrerás el péncil.

Otra jornada, otro rumbo
Y en la enanca con orgullo
Gozar del tiempo sin tumbo.

Mira atrás los aprendices
Que siguen tu campeadero
Y a tu lado son felices.

Galopeador de los vientos,
Jinete contra el destino,
Aspirarás nuevos vientos.

Llevando en la frente fijo
Que Cristo legó su sangre
Para llamarte, su hijo.

Hay que ensillar muy temprano
Cuando cuelgan las cabrillas
Y brilla el hielo en la mano.

Siempre saliste primero,
Arcionando con buen tranco,
Porque fuiste el más señero.

Deja cabalgar el alma
Que no conoció derrota
Gozando al fin de la calma.

Rodeado de tus compadres,
Persiguiendo el infinito
De la mano de tus padres.

Mañana, tal vez mañana,
Florecerán los jilotes
En cieneguilla temprana.

Atesorando vivencias
Y como el caballo fiel,
Reconocer las querencias.

Se la guía en nuestro destino
Tu que si sabes montar,
Enséñanos el camino.

allá lejos se columbra
Una nueva claridad,
Donde acaba la penumbra.

Apersoga la bestiada
Tu que entiendes como hacerlo,
Para que cuando cansada,

Te siga esta muchachada,
Que apretando va los cinchos,
En mulas, potros, yeguada.

Te alcance en el paradero
Que en un planeta lejano
Ofrece un abrevadero.

Y por Dios como testigo
Cuando toque cabalgar;
En cualquier lugar amigo,
Cabalgaremos contigo.

A DOÑA REFUGIO L. DE MORELOS ZARAGOZA POEMA

EN SUS PRIMEROS CIEN AÑOS
Poema

Con cien gotas de tiempo en el camino
Es regalo de dios, poder mirarla;
Prodigio de belleza en mármol fino,
milagro hecho mujer, para admirarla.


Serena dignidad hay en su porte,
altiva majestad en su apostura.
Es la Reina gentil en esta corte,
que hoy le rinde homenaje a su hermosura.


La luna, se durmió en su cabellera,
enmarcando con plata su belleza
y en su faz , una eterna primavera,
en su piel de alabastro quedó presa.


Cien momentos asoman a sus ojos,
que en azules recuerdos guarda el alma,
de existencia vivida sin enojos,
con la dulzura de su mar en calma.


Rodeada para siempre en sus amores
mi cariño en el pecho la atesora,
Dios permita, a las aves y las flores,
contemplarla otros cien, ¡Bella Señora!.

EL PORQUE DE LAS LETRAS

Esto de escribir es una semilla que mi padre sembró temprano en nosotros. Unos la regamos y creció, otros la llevan dormida esperando el milagro del agua, líquido amniótico en el útero de la tierra.

Las primeras palabras de mi padre trascendidas al papel de que tengo memoria, las manuscribió en un álbum, tan común en los tiempos en que nos tocó arribar a este mundo, donde se registraban vivencias, anécdotas, genialidades del vástago , fotografías del protagonista y sus ancestros. Eran tiempos de sencilléz; casi ninguna casa tenía alcoba para automóviles. La televisión no envenenaba con su prosaicismo, ni asesinaba la inocencia de la niñéz con la cotidiana pornografía. Un disfrute era por las noches, en la confidencia de la semiobscuridad, reunida la familia escuchar el radio con aquellas novelas que hoy serian materia de estudio para la sección maternal, y gozar con las voces y la música que por entonces diferenciaban, sin posibilidad de confusión los sexos; o deambular en los libros con el gusto hoy casi en desuso de la lectura.

Años después, con alguna conciencia robada a los deberes o la diversión, empecé a hilar palabras asombrado por la música de la rima al leer poetas que en viejos libros me represento mi progenitor, y en una ocasión, escribimos al alimón el poema Tangamanga, caminando juntos en los senderos de las letras.

Me encontré también con que mi abuelo Delfín Noriega Díaz, vivió ese espacio etereo de la poesía, compartiendo el espacio y la hora con los clásicos romanos ya que fue huésped del Colegio Pío Latino en Roma, cuando la voz de su alma le conducía al sacerdocio después trasmutado por los espacios rústicos. De ahí nace “el poeta y su lira”, creación festejada por su intimo amigo, aquel Ipandro Acaico, que los profanos del Parnaso llamaron Ignacio Montes de Oca y Obregón.

Así, nace esa tradición que con gusto he retomado, de que cuando el milagro de la vida me ha enriquecido con mis hijos y mis nietos, quede constancia de que mi corazón y mi espíritu han acudido a recibirlos, atónito ante su propia maravilla, solo posible en la generosidad de Dios.

A FRANCISCO ARTOLOZAGA NORIEGA

EN EL DIA DE SU NACIMIENTO

Dedico el presente álbum no al núcleo de carne sonrosada que se debate y llora y balbucea, aprisionado por el cúmulo de ropa que ahoga sentimiento y expresión, dedico este álbum al adulto, al “ser” que en la plenitud de sus facultades tiene por hogar el cosmos, con limite el infinito y por anhelo la inmortalidad.

Pocas misiones tan difíciles poder forjar la norma que paute una vida y no es tu padre quien osado acometa una empresa en la cual han fracasado los más ilustres talentos, los más preclaros filósofos, los humanistas más profundos. Trato solo de señalar los rudimentos, los principios fundamentales, no del éxito en la vida, si no de algo más profundo, el deber en la misma.

Puedes decir que a tu nacimiento concurrieron todas y cada una de las hadas madrinas de los cuentos; porque aunque aparentemente tu fortuna es poca, ha venido contigo un bajel de tesoros que constituyen tu caudal.

No naciste príncipe y esto sería una tragedia si no hubieras nacido rey. Los de tu especie reinan en la Creación.

No tienes los diamantes tras los cuales corren desaladas las generaciones de una era materialista, pero tienes algo más duro, más valioso que la iridiscente piedra: ¡voluntad!

No vinieron en tu bajel las verdes esmeraldas de las leyendas orientales pero en cambio tu equipaje es rico en algo más que gemas. Soberbio espacio: ¡Idea!.

No posees el oro pero el oro nada es si se compara a la energía.

Perlas tampoco. Valen mucho menos que la constancia.

Granates, rubíes, aguas marinas, zafiros, monedas, etc, etc, insignificantes baratijas que nada significan hay algo mas valioso ¡ambición!

No son tuyos los bienes materiales y careces de aquellos que natura prodiga a los privilegiados,
¿Te está vedado el crear lo bello y es imposible que plasmes tu sentimiento en el lienzo las cuartillas o el papel pautado? ¡ nada hay más grande ni más bello que la bondad!.

¿La fortuna te es adversa, vives la tragedia de los obscuros, los que pasamos por la vida callada, modestamente? Entonces disipa las tinieblas que te rodean con la inefable luz de la nobleza.

¿No eres feliz, te sientes defraudado, incomprendido, eres combatido sin descanso, tus más caras ilusiones se desvanecen? Olvídate del “yo” personalista y haz tuya la inmensa, la inefable, la legitima satisfacción del deber cumplido.

Convendrás conmigo en que no es poca la fortuna tuya. Usa de tu tesoro inteligentemente: Que tu voluntad sea inquebrantable, tu idea avanzada, tu energía inmensa, tu ambición noble, tu bondad discreta y tu nobleza digna.

Pero lo más preciado, lo que debe ser tuyo siempre, es la legitima, la inmensa satisfacción del deber cumplido, es ésta la positiva felicidad, y constituye la razón de la vida.

Aunque débil y tierna desde ahora empuña tu mano ese cetro del mundo formado por el haz de atributos que enumero; eres hombre y Pasteur, Bolívar, Colón, Dante, Francisco de Asís y Cristo, fueron hombres.

Tu padre Francisco Artolózaga Hermosillo
San Luis Potosí, oct 24 1940

A MI HIJO FRANCISCO EN EL DIA DE SU NACIMIENTO

Al escribir estas líneas regreso treinta años sobre mis pasos, al momento idéntico en que como tú, solo representaba una semilla que para hacerse árbol habría de enfrentar todos los mila­gros y miserias de la vida; solo que entonces un alma superior a la mía vaciaba su temor y su esperanza con verbo más sabio y espíritu mas profundo que el de tu padre.

Inútil sería pues intentar superar sus conceptos, sin embargo, llenado que está en la medida que me ha sido posible el cumplimiento de esa misión de hombre que mi padre me impuso, he de invertir tos tiempos para que a tu vez lo hagas cuando la vida ponga ante ti la inconmensurable maravilla de la paternidad, con lo que quiero enseñarte que para iniciar el conocimiento de ti mismo, en cuya búsqueda es a veces insuficiente toda la existencia, debes indagar desde la raíz que constituye todo el cúmulo de los ancestros, pues en muchas ocasiones encontrarás ­en tu voz palabras que te serán extrañas y emociones que no comprenderás; cuando ello suceda, viaja hacia adentro y tal vez encuentres en lo ignorado a tus padres, tus abuelos, o al­guna de aquellas gentes que te legaron su sangre y que han tornado a la eternidad del polvo.

Quisiera que el futuro me permita acompañarte en ese salto co­losal que supone abandonar la cuna, para robar en actitud de reto la primera bocanada de aire a un mundo cuyo conocimiento­ empezarás entonces y sentir que con tu primer peso iniciarás ­el camino hacia el misterio. De serme concedido lo anterior, hemos de descubrir desde el conocimiento que me ha dado el vivir, que no el talento, todas las caídas para que las evites, todos ­los yerros para que los adviertas, sin que con ello pretenda - imponerte un ritmo, tal vez contrario al corazón, que pasados los días de la inconciencia será el dinamo que impulsará al ser a campear por su respeto individual.

Podría decirte tanto sobre el libro siempre inconcluso que cada hombre escribe en el diario devenir, pero solo te esbozaré­ las virtudes sobresalientes de la virilidad. En muchas circunstancias la disyuntiva de inclinarte en una actitud muy humana por nuestra debilidad, para eludir o mitigar al menos las heridas físicas o morales, o erguirte a pesar de las consecuencias y el ­dolor; cuando tal sea el delta de tu conducta, escoge el segundo­ camino, pues no existe más gloria que aunque caído se conserve la antorcha que la razón puso en la mano, ya que lo más importante no es el obtener al precio de aniquilar la dignidad, el aplauso o la justificación disculpada en la prudencia, cuando ésta sólo es­ el disfraz de la cobardía; porque lejos del juicio intrascendente para lo interno de la multitud ajena al equilibrio que la verdad ­supone, habrás de someterte al más inflexible de los jueces; tu conciencia y perdido el eco de un éxito falso o una lucha pusilá­nime, solo su voz reclamar a la honra muerta, pues siendo ésta el ­pedestal del alma, no admite menoscabo sino pérdida, ausencia, muerte.

Toma en cuenta lo anterior y atesóralo como la más preciada propiedad de la que emana la verdadera fortaleza, para que justifiques tu paso por el mundo y tén siempre pronta la razón y el pe­cho para prestar abrigo a quien más débil que tú, en cualquier medida se acoja a tu amparo o el azar atraviese en tu camino. Si vá a tí, defiéndelo con el tesón con que te defenderías a tí mismo;­si vá contra tí y te es posible, presérvalo de la derrota; si no,­ no te cebes en quien antes de la lid no es rival para tí, o lo tienes vencido, recordando siempre que la virtud es el justo equilibrio entre el exceso y el defecto y con ello obtendrás la abso­lución en el proceso de tu profundidad, pues recuerda que la luz­ de la corona de espinas del Crucificado alumbra el mundo por encima de todos las pasiones.

Concluyo con un deseo más, que seas feliz y que ante el ambivalente espejo diario, veas reflejada tu existencia en el adusto molde­ de la hombría.

A MI HIJA LUCIA

EN EL DIA DE SU NACIMIENTO

Hija:

Tal como a tu hermano te dedico este libro, en que cual bitácora contarán tus primeros pasos por esta vida, hasta abandonar esa dulce irresponsabilidad de la niñez, para asomarse a la realidad y con ello también al umbral del dolor.

Apuntaba un nuevo día en el horizonte cuando brotaste del seno fecundo de tu madre, anunciando al mundo tu arribo con un grito que echó a andar el reloj de tu propia vida. Ya eras tú, diminuta pero vigorosa y tu padre al saber que otra rosa crecía en los jardines del Señor, musitó su primera plegaria por tí; mezcla de gozo, temor y asombro y pidió que esa flor por siempre fuera lozana y nunca mancillada por las plagas e insectos, que fatal y desgraciadamente deben equilibrar la belleza que contigo y otras flores Dios puso en este mundo.

Siento torpe la mano y el entendimiento para escribirte estas líneas, pues no obstante el ser tan pequeña estás tan cerca de Dios por tu inocencia y pureza, que cuesta gran trabajo comprender a la estrella en mis brazos y a la naturaleza toda en tan frágil estuche; pero eres así, porque sin criaturas como tú, la vida no tendría sentido, ni el hombre­ razón de existir.

¡Pequeña hija mía ! maravillosa presencia de lo divino; bastaría el perderse en tus ojos de cielo y refrescar ­las heridas diarias del camino en tu sonrisa, para entender­ al Creador, del que a veces nuestra mucha ciencia o ceguera­ nos apartan y solo volvemos a El apoyados en una manita tierna como la tuya, en la que a falta de la fuerza brutal del músculo existe una fuerza mayor: La inocencia.

Ignoro por desgracia que te depare el destino y qui­siera ser siempre el escudo en que la vida descargue los golpes que tenga para tí, que en Cristo confío te sean siempre leves; pero ante esa imposibilidad material, tengo la plena con­fianza en que si alguna vez nos fué dado un ángel guardián, el tuyo te protegerá de las acechanzas del destino, pues sé que a tu belleza externa irá unida la del espíritu, que es caudal ina­gotable de energía y única satisfacción perdurable en que se impulsa una existencia y fecunda.

Quisiera para tí todos los dones de los viejos cuentos­ de hadas, pero el vivir me ha enseñado que estos son superfluos­ y solo existen en la inspiración de quienes escribieron a lo más hermoso, a lo más limpio, a ti y a las niñas como tú, estrellitas con que el Niño Dios adorna su noche.

Sé siempre el faro a cuya luz se disperse la oscuridad ­de la miseria humana y se alumbre el camino de los cielos, que yo tu padre estaré junto a ti, y ¿ Quien sabe, tal vez? Con tu llave logre colarme hasta Dios.

A MI HIJA LIZETH

EN SU NACIMIENTO

Hoy he visto nuevamente consumarse el milagro de tener otra hija, tan pequeña como almendrita, tan hermosa como una flor, tan limpia como un amanecer, tan importante como todo lo creado por Dios por ser parte gentil del mismo Dios.

Por seres como tú Dios ratifica su voluntad de que lo más bello y digno de la vida se repita y sé que cada que siembra en el cielo una estrella como tú, en la tierra una rosa como tú, El se siente satisfecho de su obra y esbozando una sonrisa abriga una grata tibieza en su corazón, donde alguna vez recibió una lanza.

Existe en tí el misterio de muchas vidas involucradas en tus antepasados, casi todos ignorados en la oportunidad del tiempo que no permitió a los ojos encontrarse en la sorpresa de contemplar el ayer y el hoy, pero conocidos en el ritmo del corazón que impulsa la misma sangre por los mismos caminos. Me gratifica el no conocer indignidad ni oprobio en ellos mas si alguno hubiere, con tu llegada ha desaparecido pues tu belleza, que refleja el espejo del alma, no admite sombra ni mancha alguna.
Tu abuelo Francisco te ha recibido con júbilo y orgullo, pregonando lo hermosa que eres y no ha podido sustraerse a la emoción que se asomó a sus ojos refrescados con lágrimas de alegría. Tu abuela Esther te conoció cuando eras parte de la brisa, del perfume, de la lluvia, del sueño de tus padres, de la esperanza del Señor de que esta vida sea mejor con tu presencia, y dibujó en tu pelo la silueta del suyo propio y tuvo el gusto de darte el primer beso.

Siempre has vivido en mis sueños, desde los días que emocionaron mi niñéz con relatos y cuentos gentiles que hoy se han vuelto realidad al despertarme y recibirte en mis brazos a tí, a quien tanto soñé.

Dios permita que tu vida siempre sea primavera llena de aromas, de trinos, de colores, de lozanía y de felicidad, y que cuando sufras siempre tengas una mano y un corazón para compartir lo ingrato y recuerda que yo haré por ti hasta lo imposible.

A MI HIJO ULISES

Trascendía el sol el medio día, cuando el misterio de la vida y el destino te trajo al mundo. Naciste por el medio a que dió nombre aquel Cayo Julio César, preconizando tu talla física e intelectual y anticipando tu diferencia con lo común. Pequeño pero ya tú; frágil pero fuerte, asombrado ante la sorpresa del espacio.

Al verte por primera vez, ví en tu rostro el de mi padre, cuyo tiempo no coincidió con el tuyo para la oportunidad de encontrarse dos rostros y dos corazones en el milagro, del devenir, compartiendo en el tiempo la igualdad de la célula de un mismo tronco, y sentí el deseo de que tu espíritu tuviera también afinidad con el suyo, heredando sus mejores cualidades y virtudes.
El mundo te espera y te ofrece cuanto al milagro de la creación en su prodigalidad pone a tu alcance: Con solo quererlo disfrutar el milagro de la luz; fuego en el sol, diamante en las estrellas. El cristal del agua; espejo en la laguna, camino en el río, esperanza en la lluvia. La magia del sonido; rumor y queja en el viento, himno al Creador en el gorjeo del ave. La tersura de la tierra, la suavidad del nido, la acritud de la espina, el terciopelo del pétalo. Todo eso esta ahí para goce de tu espíritu y regalo a tus capacidades sensoriales, sin más costo que tu deseo de poseerlos y ser su espectador.
Pero ese mismo mundo te ofrece el escenario para tu propia actuación. Al inicio inocente receptora de todos los afectos y regalos, luego dócil seguir por donde marcan las huellas de la generalidad, hasta el momento que como el gallo se tiene voz propia y distinta a la de los otros; se ven diferentes a los demás el cielo y el horizonte y se decide, tremendo instante, la partitura y el personaje en que actuaremos y seremos por el resto de la vida.
Los días convulsos del momento materialista han ponderado por encima de todo al dinero y al poder, relegando los verdaderos valores que la divinidad y la naturaleza han adjudicado al hombre. Cierto, tus bienes materiales son necesarios en lo primario, gratos en lo secundario e inútiles en el exceso; se trabaja para tenerlos como seguridad y sostén de la vida y el disfrute racional. Los demás, si no se destinan para ayudar a otros en la justa medida de la razón y el equilibrio, son inútiles a su tenedor. También es grato el ejercicio del poder, si la meta es mejorar el entorno; si es para la propia vanidad, resulta irrelevante. Es más rico el poder de la razón, del prestigio y la calidad, que despierta el afecto y la admiración en quienes te conozcan.
Sé que tu mirada buscará las alturas y despreciará lo que se arrastre y sea indigno.
Por tu voluntad podrás poseer la materia, sin que ello sea lo primordial en tu vida, pero lo que realmente deseo es que por tu sensibilidad e inteligencia, poseas los más profundos goces del espíritu en que radican la felicidad y la paz contigo mismo.

ONGI ETORRI

A Joaquin

La noticia de tu llegada me ha conmovido, tanto, que la pluma ha quedado muda en la mano carente de expresión, incapáz de discernir sobre el profundo misterio de tu vida, pues para que te transmutaras de semilla en fruto, has viajado por milenios inexcrutables que no caben en los conceptos de la Antropología que pretende encerrar al tiempo infinito en calendarios con millones de años.

No, ahora naces pero siempre fuiste y serás; tu origen empieza a caminar como promesa desde que el Supremo Hacedor inventó la nada y de ella el todo; ya estabas ahí presente en la nebulosa, en el silencio del espacio viajando entre cometas y estrellas, en la primera gota de agua, en la fé que en todo ser dispensó Dios para convertirte de potencia en acto y de esta maravillosa realidad crear su esperanza en la vida.

Ahora despiertas del profundo letargo que te llevó omnipresente desde el primer ser vivo y estuviste azorado ante el primer fuego, refrescado y feliz con la primera lluvia en la piel y en la garganta, en el miedo inicial ante las fieras y en la mano cortando el primer fruto;
fuiste primer testigo de la luz, primer adorador del sol, aún antes que el viento inventara la voz en tu sonido.

Desde siempre eres cólera y paz, guerrero y santo, risa y lágrima, fortuna y desventura, luz y sombra, abismo y estrella, empuñando la cruz y la espada, la pluma y el arado, porque eres cuanto fueron tus antepasados y has viajado con ellos a través del incoloro tiempo en sus pasiones y en sus virtudes, en sus aciertos y en sus errores, en su fuerza y en su flaqueza, y es tan maravilloso entender que en ese viaje particular de la célula, la genética y la sangre, hemos viajado juntos en el profundo misterio de un igual origen, igual te he llevado en mi como trasunto de mis padres, que tu me llevarás en ti en tus próximas siembras y cosechas, compartiendo el asombro en el foro distinto que cada día te dará al caminar un escenario.

A veces no sabrás porque ríes, porque lloras; como parte de un todo eres resúmen de lo que otros son y fueron, llevas acumulado tanto tiempo en tu ser que ahora que despiertas para ser árbol, relegas al gentil humo del sueño el recordar cuando fuiste una semilla sin surco, un huevo sin trino, un vapor de nube y un aire sin viento. Ahora tu viaje ha tocado la piel de la tierra y pronto dibujarás sobre ella tu identidad en la primera huella, y gritarás al mundo que has llegado como un trozo de barro que camina, como un soplo de Dios que piensa y ama.

Usa tu oportunidad de vida despierta con toda la largueza de sus dones, disfruta de todo cuanto Dios te ha regalado, El iluminará tu camino con la luz maravillosa de su mirada y su palabra; déjate conducir por su mano suave y detente cada vez que puedas a admirar la inconmensurable obra de Su Creación; llénate de flores, de aves, de perfumes y trinos y en la urna gentil de tu corazón ejerce el amor primero por El, luego por tu sangre y después por la tierra que te nutre, para que todo ello sea mañana la pródiga cuna y vientre en que arrulles y ,siembres las semillas dormidas que hoy viajan dentro de ti, desde siempre y por toda la eternidad, para ser otra vez nosotros mismos.


Tu abuelo Francisco

DEO GRATIA

DEO GRATIA
KEVIN

Nuevamente el himno de la vida hoy vibra en ti con su mejor canción. la canción que inventa en cada ser que como tú revela los designios de Dios por volver a nacer en su imagen y semejanza, un hombre.
Con sólo esa forma, tan normal por cotidiana, repite el mayor milagro de su creación:
Un hombre. Dueño y señor de todo lo creado, endeble en su estructura, indestructible en su espíritu, un segundo más en el tiempo, una gota más en el océano de la humanidad. Si, pero un segundo y una gota distinta a las demás en la magia de cada mente, en el insondable misterio de cada alma.
Tu tiempo y tu memoria llegaron por su designio en anticipo al mejor escenario de su Obra: primavera; viajero de los últimos vientos que acariciando dormidos troncos arrancan los renuevos y las flores, inician nuevos trinos en las ramas y las visten de nidos y esperanzas; tras de ti arribarán las golondrinas y los llantos del cielo por los campos, te saludan lejanas las estrellas y te brindan los grillos su concierto. Eres canto, eres brote, eres perfume, eres ala, eres soplo de Dios vuelto a la tierra.
Has llegado a la tierra con los vientos de marzo, agorero presagio de gentil primavera, has llegado en tu viaje a ocupar el espacio que guardaron las horas en quehacer milenario reservándole un sitio a tu nuevo milagro.
Viajero sideral que arriba al mundo trasunto de los campos Asturianos, de las límpidas aguas de Bizkaia, del desierto y las selvas de ésta tierra, nieve y roca boreal y mediodia, abeto y cardo, substancias que le dan a tu estatura una imagen de hielo pirenaico, fuego y sangre del sol por Mexicano, la dulzura del Cristo Dios y Hombre, la Leyenda y el mito de Quetzalcóatl.

Francisco Artolózaga Noriega
4 de Marzo 2002

A PATXILAU

TLALCHITONATIUH"
Los tiempos del cuarto sol"

Noventa años han viajado desde que el primero de tu nombre acudió como tú, a su cita con el destino. Fué entonces que se escribió por primera vez el que llevarás como identidad en los amplios caminos que estrenas con un llanto, original sonido que a tu vida infundirá la individualidad que el tiempo tornará en palabra.
Tu Bisabuelo Francisco inició este ritual de sentimiento y esperanza en su estirpe, dedicándome un libro con la mirada en el niño, con el mensaje para el hombre; imposible superar sus conceptos, vano pretender igualar su genio. Mi padre fue gigante, y yo apenas, a veces, un reflejo incapaz de escalar su estatura.
Pero atávico, profundo enamorado de su esencia, acudo alborozado a tu encuentro, mudo ante el profundo e inconmensurable milagro de tu vida; nueva saeta que Dios y el destino proyecta hacia el mañana, en un renovado ímpetu de vuelo de nuestra sangre y nuestro nombre. Una misma cuerda genética ha dado impulso para nuestro particular viaje a la oportunidad de lo desconocido, pero la lazca de pedernal que guía tu vuelo sólo obedecerá a tu voluntad que con su filo troquelará mañana tu carácter y tu rostro.

La fortuna, entendida por gemas y metales preciosos, nunca estuvo presente en nuestra cuna, creo que ha sido mejor pues poco valen frente a los dones que el Supremo Hacedor de la vida nos ha regalado. Ojos para colmarlos de sol, luna y estrellas, de cimbreantes maizales, de silentes paisajes y montañas; olfato carcelero de aromas y perfumes en mañanas
frescas de gentiles flores, gusto de parras en sangrar de vinos, de frutos de la milpa y los ganados; archivo de sonido en limpios trinos, balidos de corderos, voz de truenos; la sedeña tersura de la tierra, polvo hermano del polvo en que habitamos, el alma de cristales en la lluvia que despierta en milagro de semillas; la caricia inefable de los vientos; el placer de vivir con cada golpe que el noble corazón manda a las venas, por querer decir con sonidos del alma las cosas del espíritu, por querer copiar con la voz el gorjeo de cenzontles, habitantes del pecho y de los sueños, por querer gritar al mundo "Aquí estoy y soy parte de ti, desde tu origen y hasta tu fin".
Sé que tu mirada vivirá en el espacio en que reinan los astros y las aves, puesto el ideal en las alturas de los más limpios valores, en el universo de Ias más puras intenciones, en la práctica de los mejores dones de la hombría de bien. Cuando tus ojos bajen a la tierra, que sea para beberla con tus pupilas en su magnificencia, para sembrarla de ideas y acciones, de semillas y árboles, para prestar tu mano a quien la necesite aunque no te lo pida, para afianzar tu paso y hacer huella que hable de tí a quienes te sucedan.

Ríe cuanto puedas, llora cuanto quieras, sé cuerda, sé metal y sé membrana. Cuando la felicidad colme tu mundo déjala salir en estridente carcajada que rompa el diáfano cristal del día; cuando sufras permite al mar asome a tus pupilas y disipe las tormentas de tu alma; creo que si el hombre fue hecho de arcilla, ésta fue modelada con lágrimas de Dios que en su designio inescrutable puso en la tierra la alegría y el llanto.

Cuando tus ojos de hombre enseñoreen la tierra y hagas tuyas distancias y caminos, andaremos juntos; tú, aliento y pie que marcará la senda; yo, recuerdo dormido entre tu linfa.

Tu abuelo Francisco

GURE ODOLA ESTEBAN

GURE ODOLA ESTEBAN

Llegaste por la puerta del otoño, con las últimas lágrimas del cielo; con la maduréz de las vides que regalan su linfa para el incruento rito de la Eucaristía, para que fluyan la palabra y el canto de los poetas, para que hoy eleve en tu honor una copa, brinde y pida para ti, los dones más caros de la Creación, aquellos que hacen al hombre digno de haber sido creado por encima del error, de la falta, del exceso, del pecado y permiten a quienes los portan, quitar de la frente de su Padre una espina, restañado la herida con el bálsamo de un beso, al practicar su ejemplo y vivir según su palabra.


La tierra te recibe con júbilo de verdes y tintes de ocre con que adorna su fértil cuerpo, tras el milagro de su maternidad en primavera; por ti, sólo por ti, ha roturado un generoso surco para que plantes tu sarmiento de hombre y refresques tus tiernas raíces que te unen a ella, tras haber devuelto a Dios las alas que te trajeron desde el remoto pasado del sueño hasta el lejano futuro de la esperanza.


Regresas al escenario de la vida en metamorfosis de oruga y mariposa, de semilla y árbol, de huevo y ave, de niño y de anciano, de ausencia y presencia. Hoy hace veinticinco años, a la misma hora que arribaste a la vida, Dios se sintió tan solo y tan triste, que invitó a tu bisabuelo Francisco a platicar con El a su casa, donde viven en la mejor recámara, con las ventanas abiertas a Zugarramurdi. Hoy hablan de ti, de tu airoso desde allá donde estuviste con ellos y con una guitarra que llevó mi madre, han cantado tus primeras mañanitas, tan quedito para no despertarte, que solo tu las has escuchado.


Dios que todo lo cambia y transforma, pues no quita ni mata, vió también que a veces el polvo del camino al andar irrita los ojos y fatiga el cuerpo del abuelo y en justa reciprocidad por tener El la compañía de tu bisabuelo, te envió a nosotros con nuevas palabras y aventuras que al paso del tiempo me irás contando e iremos viviendo; ahora, con el solo silencio de la voz que duerme en tu lengua y en tu pecho, dices tantas cosas que sé de ti y otras más que en ti adivino.


Bienvenido a este mundo que es tu casa que llenarás de risas y de gritos con Joaquín, Kevin y Patxilau y que no tiene para ti mas límites que tu fuerza para atravesar los mares, ascender las montañas, aspirar el viento, gozar del agua por la sed, del fruto por el hambre, del sueño por el cansancio, del placer por el llanto, hacer tuya la vida y disfrutar, una vez más, de todo cuanto te rodea y la inefable riqueza de volver a nacer

Tu abuelo Francisco

EGUN ON AMAURY

EGUN ON AMAURY

Eres un brote más de los viejos árboles que se pierden entre la niebla del tiempo. Una gota más que enriquece el caudal de ser los mismos; por el mismo origen, por el distinto destino. Origen que te remonta al principio del hombre y aún mas allá al principio de la vida. Destino que te proyecta a la oportunidad de ser y después de cómo ser, en la soledad de tu espíritu, en el yunque de tu voluntad.

Sangre de cromagnones, vascos, astures, guachichiles, recorre los caminos que te nutren a impulsos de tu noble corazón, y en cada golpe que lo mueve, te imbuye en su fuerza, y la memoria dormida que en ti encuentra un nuevo amanecer; que ilumina la noche de su ayer con la luz de tu mañana, para que sigan perviviendo en pos de un horizonte sin limites. Hoy, gratos cautivos de tu forma, mañana viajeros en las células de los que te sucedan.

¡Que hermosa oportunidad te dá Dios!. ¡ Que indescriptible felicidad nos dá tu llegada!. Tu arribo ha sido difícil y te ha tocado pelear tu primer guerra, enfrentar el primer reto en la vida; el riesgo de tu vida misma. Sé que triunfarás y ese triunfo te fortalecerá para las futuras pruebas. Solamente se tiene temple cuando el metal de que estamos hechos es sometido a los rigores del fuego y a la inclemencia del hielo. Tal precedente forja las mejores espadas y los hombres más notables .

Tus ojos trashumantes de la tierra y el tiempo, se apropiaron de los cielos y las aguas de Asturias y Euskal Herria, asomados a los espejos de San Juan de Beleño y Algorta, y arribaron a esta tierra como premonición del viaje de tus abuelos que te trajeron en sus sueños y en sus empeños, por asentar en México troncos de las viejas parras de su origen, que en siglos han producido generosas uvas y gentiles vinos; y hoy, en ti , revientan en plena primavera con un brote en que renace la esperanza de ver el mañana y sustentar en las cepas centenarias, la promesa de las nuevas cosechas. ¡Bienvenida tu sangre, bienvenidos tus tiempos!
Quisiera aconsejarte muchas cosas, señalarte riesgos y evitarte peligros, pero la empresa de vivir conlleva junto el que deba cada individuo descubrirlos andando por su propio pie, venciendo con sus propias fuerzas, triunfando o muriendo en su propia oportunidad. Afrontando su propio destino y suerte .


FRANCISCO ARTOLOZAGA NORIEGA
Tu abuelo.
25 de Mayo 2006